He aquí un pequeño testimonio gráfico:
En la entrada, hacia el tercer día no nos dimos cuenta de que no nos habíamos hecho la mítica foto allí. No tengan en cuenta la cara de cansancio, es que todo allí es muy intenso.
El stand ruso era uno de los grandes, con mini-exposición incluída de algunos de sus ilustradores. La verdad es que tenían obras muy atractivas.
El famoso muro de la feria, donde muchos ilustradores dejan un pedacito suyo por si un editor se fija en ellos. Más tarde nos dimos cuenta de que la gente que cogía tarjetas eran la mayor parte otros ilustradores! Aquí, en un rinconcito donde pude dejar una muestra. Y es que encontrar un hueco vacío a una hora de haber abierto la feria el primer día era harto complicado!
Expo de Icinori enfrente de la feria en otro local. Genial.
Expo en el centro de Bolonia de juguetes antiguos. Muy evocadora.
Firma de Ana Juan durante la feria. Ay, ya sólo con ésto me marchaba feliz a casa!
Y para finalizar algunos "selfies" (que ahora están tan de moda...) con algunas compañeras de viaje,con Eri y Ángela. Se me pasó el hacer fotos con personas que compartieron momentos muy majos allí, como fue la primera cena en Bolonia con Ana, Teresa, Ale y Bea, o la última cena con Victoria, Ramiro, Laura, Ester, Javier..entre otros. Y es que en el 90% de la estancia uno está en una nube en la que no se quiere bajar y no piensa en los recuerdos fotográficos que se podrá llevar, si no más bien en todo lo que queda en la cabecita después.Ahora falta reposar todo, sacar conclusiones y ponerse en marcha de nuevo.
Y volver el año que viene, ¡por supuesto!